Medio Ambiente alerta del riesgo de desertificación del 25% de Valladolid Un estudio elaborado por el Ministerio refleja que 193.000 hectáreas de la provincia corren riesgo de erosionarse para siempre ante la falta de población forestal y especies autóctonas 
Valladolid es la provincia de Castilla y León con mayor superficie en riesgo de desertificación durante los próximos años. Al menos así lo refleja el Programa de Acción Nacional contra la Desertificación elaborado por el Ministerio de Medio Ambiente. En concreto, en la provincia existen más de 193.000 hectáreas que corren un riesgo muy alto, alto o medio de erosionarse para siempre y terminar convirtiéndose en desierto durante los próximos años, según refleja el informe. La falta de población en algunas zonas de la provincia junto con la carencia de las especies autóctonas y de árboles son las principales causas que han llevado a esta situación a la provincia que, pese a contar con menos superficie, tiene un mayor riesgo de desertificación que otras provincias de la Comunidad. Así, en el lado opuesto se encuentran Salamanca con un 1,9 por ciento de su extensión en peligro, y León con la amenaza pendiente del 0,28 por ciento de su de su territorio en riesgo, lo que supone únicamente 4.485 hectáreas. De todas formas, la mala situación por la que atraviesa la provincia vallisoletana en este sentido no es tan grave si se tienen en cuenta los datos del informe para el conjunto del país. Y es que la estrategia la estrategia del Ministerio de Medio Ambiente contra la desertificación tiene cuantificado que el 37 por ciento de la superficie del país tiene riesgos muy altos, altos y medios de erosionarse para siempre, muy por encima de la superficie en peligro de Valladolid. En España, el Ministerio de Medio Ambiente ha catalogado 18,7 millones de hectáreas que corren algún tipo de riesgo durante los próximos años. Sin embargo, en Castilla y León la situación es bien diferente, ya que únicamente el 0,20 del territorio de la Comunidad corre un riesgo muy alto de desertificación y otro 13 por ciento tiene un riesgo alto o medio, unos índices muy inferiores a los registrados en Valladolid. El principal objetivo del Programa de Acción Nacional contra la Desertificación, que carece de partida presupuestaria por el momento por parte del Ministerio de Medio Ambiente, es contribuir al logro del desarrollo sostenible de las zonas áridas, semiáridas y subhúmedas secas del país De este modo, una de las metas de esta actuación que se ha marcado el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero es la prevención o la reducción de la degradación de las tierras, así como la rehabilitación de terrenos parcialmente asolados y la recuperación de los espacios desertificados. Entre las medidas propuestas para frenar el avance del desierto en el país, el plan apuesta por recobrar la cubierta vegetal y de los cauces de los ríos mediante la repoblación forestal con especies autóctonas y tratamientos selvícolas de las masas forestales. Otra de las políticas eficaces para la lucha contra la desertificación es la ordenación del pastoreo o la protección de los suelos en cultivos de áreas de montaña mantenido por razones sociales. El programa fija condiciones para el manejo de los pastos y rastrojos, matorrales y estipula un número de animales para cada superficie con la misión de frenar la sobreexplotación. Y es que el informe indica que los daños de la sequía en la agricultura pueden llegar a ser dramáticos: reducciones drásticas de cosechas, incluso pérdida total, arranques de cultivos permanentes por falta de agua, lo que tendría unas repercusiones económicas y sociales desastrosas, sobre todo en términos de «pérdida de rentas por la reducción de la producción agraria y su influencia en el empleo agrario, máxime si, por ejemplo en el caso de los cultivos permanentes, significa futuros improductivos de varios años». Texto e imágenes tomadas del periódico: "El Día de Valladolid".
|