Real Valladolid Siguen a lo suyoEl equipo de Mendilibar mantiene su buen tono defensivo y sigue sin conocer la derrota en todo lo que va de pretemporada · Vence al Tenerife 2-0 en Medina del Campo El Valladolid sigue a lo suyo. Es verdad que en estos partidos no se ganan puntos, pero sí autoestima y los de Mendilibar se van viendo resultones. Queda trabajo por hacer, sí, y cosas que ajustar, también, pero los códigos y las vías de respiración del equipo son las idóneas. Muy bien atrás, donde el equipo se sujeta, y con más dudas arriba, pero las lógicas de un equipo que ha cambiado parte de su engranaje. Una victoria que empieza a oler a nube. La primera mitad tuvo muy poco, siendo generosos. El gol, algún destello de Goitom y sobriedad defensiva. Porque por ahí fueron los primeros 45 minuto, por la vía del físico. Es verdad que el aire incordió, pero ninguno de los dos equipos tuvo la frescura necesaria para leer entre líneas y buscar la espalda a la defensa rival. El partido nacía y moría en las áreas. Poco centro del campo y demasiada diagonal. El Tenerife fue el que primero lo probó, pero no pasó de un tímido disparo de Kome que rozó el palo izquierdo de la porteria defendida por Asenjo. Los medios centros del Valladolid no aparecían y el equipo lo notaba. Goitom era una isla, Kike le ponía voluntad y Sesma y Aguirre hacían kilómetros de desmarque... pero sin balón y sin él este equipo no vive. Mendilibar intentaba corregir moviendo a los interiores, pero el problema venía de la conexión, que estaba apagada o fuera de cobertura. El partido, como diría Sabina, seguía como lo hacen las cosas que no tienen mucho sentido. El Tenerife apretaba en jugadas a balón parado aprovechando el aire a favor, pero sin tino. Tiraban con flechas del todo a cien. Hasta que en el minuto 42, un balón que colgó Luis Prieto al área fue rematado de forma excepcional por Sesma. Su cabezazo mandó el balón junto al palo izquierdo de la portería de Aragoneses que no pudo hacer nada por evitar el gol. Mejor pintaron las cosas en la reanudación para el Valladolid. El músculo dejó paso al cerebro y los blanquivioleta asustaron. Las puntas de la flecha ya no tenían ventosa, aunque todavía no atinaban en la diana. Goitom, en un mal control, y Sesma, con un disparo alto, erraron dos oportunidades meridianas, todo un lujo en este partido. Mendilibar cambió de hombres y dio entrada, entre otros, al que está pero no... el holandés de origen bosnio Medunjanin, que si tiene tanto fútbol como planta será una buena inversión. El Valladolid siguió a lo suyo. Sin demasiado, hacía algo. Lo intentaba. Tenía el balón y se estiraba de vez en cuando, como en un tiro desde el vértice del área de Luis Prieto o uno desde la frontal de Goitom que murieron en las manos de Aragoneses. Los de Mendilibar se hacían más verticales y el Tenerife, con el carrusel de cambios, se apagaban por momentos. El centrocampista holandés tenía presencia y además de dejar destellos dio el pase de gol a Goitom, que cerró el marcador, el partido y el trofeo Puma con uno de los mejores goles en lo que va de pretemporada. Texto e imágenes tomados del periódico: "El día de Valladolid".
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