Real Valladolid A Jesús Rueda le extirparán el bazoUna enfermedad sanguínea obligará al joven medio centro del Real Valladolid a pasar por el quirófano 
Jesús Rueda parece haberse subido a una montaña rusa de emociones, ya que en apenas 24 horas ha pasado de formar parte de la primera plantilla del Real Valladolid llegando desde la cantera a saber que tiene que pasar por el quirófano para extirparle el bazo. Una enfermedad sanguínea detectada la pasada temporada «en un control analítico rutinario, como a todos los jugadores» va a provocar que el medio se pierda los dos próximos meses de competición. «Se detecta una disminución importante en el número de plaquetas; a la vista de eso, se repiten los análisis para descartar un error del laboratorio, confirmamos que la deficiencia de plaquetas es real y nos ponemos en contacto con los hematólogos para saber un poco y asesorarnos de donde podía venir el problema», recordó el doctor Pablo Grande. En un principio, y «de acuerdo con los expertos», se inicia un «tratamiento conservador, con una medicación» y así «ha estado controlado todo el año pasado con recuentos plaquetarios normales y sin tener mayores problemas». El médico de la primera plantilla blanquivioleta explicó también las razones que van a llevar a Rueda al quirófano: «A la vuelta de las vacaciones interrumpimos el ciclo de medicación para ver cómo respondía, que no estuviera continuamente con ella, y vimos que el número volvía a descender. Iniciamos un segundo ciclo, pero a la vista de los recuentos actuales la respuesta no era la esperada». «Si Jesús fuera una persona normal, que no se dedicara a esto, que no hubiera un riesgo por el contacto, probablemente podría hacer una vida normal, con ciclos de medicación, con recuentos de plaquetas posiblemente inferiores a los deseables, pero podría hacer vida normal. El problema es que juega al fútbol y en cualquier momento puede tener un golpe, un traumatismo cranoencefálico y la respuesta no sería la de un jugador normal; no podemos correr esos riesgos y tenemos que tomar esta decisión», añadió el doctor. Pablo Grande confía en que Rueda pueda recuperar su nivel habitual y de hecho recuerda que Butelle, portero del Valladolid la pasada temporada, desarrolló su actividad «sin problemas», aunque en ese caso la extirpación del bazo llegó por un «traumatismo». «En medicina no hay garantías cien por cien. Esperamos que los recuentos que le hagamos después de la cirugía empiecen a ser normales y todo se estabilice, pero siempre hay un porcentaje no desdeñable en este tipo de casos donde la respuesta que esperamos no sea la adecuada, pero confiamos que pueda hacer una actividad deportiva normal», concluyó el galeno blanquivioleta. Con entereza. A pesar de contar con sólo 21 años de edad, y de haber sufrido otro mazazo como la fractura de la clavícula el pasado verano, Rueda asumió con tranquilidad su próximo paso por el quirófano: «Si me lo tomo peor tardaré más en recuperarme». «Es una cosa que tengo que curarme y ya está. Saber que te tienen que quitar algo del cuerpo nunca te va a sentar bien, pero luego he estado con los doctores, me han tranquilizado y a operarme, cuanto antes mejor, que salga bien y ya está», afirmó. De hecho, el hecho de quedarse en la primera plantilla parece que le ha dotado de una energía extra para superar la operación: «Esto va a ser dos meses y, si Dios quiere, en el primer equipo espero luchar para quedarme mucho tiempo, así que cuanto antes me recupere y esté con el equipo otra vez currando, mejor. Lo que tengo que hacer es luchar por mantenerme y tener minutos». Texto e imágenes tomadas del periódico: "El Día de Valladolid".
|