Urbanismo La limpieza de cuatro fachadas por Platerías comienza en dos semanas Las portadas principales de los números 4 y 17 de Platerías, el 18 de Conde Ansúrez y el 2 de la plaza del Ochavo serán restauradas con una aportación municipal de más de 140.000 euros Recuperar el esplendor once años después de comenzar las primeras intervenciones de restauración. Este es el objetivo del equipo de Gobierno municipal planteado para el casco histórico de la capital vallisoletana y, en concreto, para la calle Platerías. Precisamente, los andamios regresarán a este entorno del centro urbano, debido a que los últimos han sido retirados a finales del mes de agosto. La Concejalía de Urbanismo y Vivienda ha destinado algo más de 140.000 euros para el lavado de cara de cuatro fachadas con el propósito de homogeneizar la estética de las mencionadas portadas a los estilos ya planteados en los inmuebles de la Plaza Mayor: color almagre en las fachadas principales, balcones con borlas doradas y rejería de hierro fundido en los pisos superiores, además de carpintería verde de madera o imitación en las viviendas y de acera con brillo en los accesos o escaparates de los establecimientos comerciales. Los números 4 y 17 de la calle Platerías, el 18 de Conde Ansúrez y el número 2 de la plaza del Ochavo son las construcciones afectadas con la restauración de fachadas que comenzará en los próximos días, una vez las empresas adjudicatarias hagan el correspondiente acopio de materiales en la zona y, por ende, instalen las estructuras metálicas para proceder a ejecutar las labores de limpieza. El plazo de ejecución durará tres meses, aunque todo parece apuntar que podría acortarse con el objetivo de favorecer la campaña comercial navideña en esta céntrica zona. No obstante, éstos no serán los únicos andamios erigidos en la zona, dado que las fachadas del número 14 de Platerías, tanto por esta misma calle como por la plaza de Cantarranillas, siguen apuntaladas con estructuras metálicas ante el riesgo de derrumbe que presentan desde que fueron apuntaladas hace ahora tres años y medio. Precisamente, la actuación de lavado de cara continuará con la rehabilitación tanto del número 14, como de los números 8, 10 y 12. Estos números, que ahora conforman un sólo portal, corresponden con el solar que durante más de un lustro ha presidido el deteriorado aspecto de esta histórica vía. Las obras de edificación del bloque están en su última etapa. Los andamios han desaparecido de sus dos fachadas y los operarios desarrollan sus labores en el interior del inmueble que ya presenta el clásico aspecto de esta calle: balconcillos alineados permitiendo la recuperación de las trazas horizontales. Sin duda, lo más complejo de esta obra y lo que está suponiendo el principal escollo para la ejecución de estos trabajos es la canalización de las aguas freáticas procedentes del discurrir natural por la zona del río Esgueva. Además de la cimentación de los inmuebles mediante el sistema de micropilotes para conseguir un óptimo asentamiento de los pilares del edificio, las propiedades suelen incluir un aparato de bom beo para extraer el agua del subsuelo de la construcción y canalizarlo a la red de saneamiento. Todo avanza despacio en esta calle, manifiestan con resignación desde la Asociación de Vecinos Calderón de la Barca, la asociación que representa a todos los residentes en el centro de la ciudad. En este sentido, tal y como les han trasladado desde el Ayuntamiento de Valladolid, confían en que en un plazo aproximado de dos meses esta calle cambie -«por fin»- su aspecto y recupere el esplendor que un día tuvo hasta el punto de que fue ejemplo arquitectónico en la época del renacimiento para la construcción de barrios muy emblemáticos, por ejemplo, de Florencia. Así, además de los edificios cuyas fachadas se restaurarán en las próximas semanas, el equipo de Gobierno está pendiente de que comiencen los trabajos de rehabilitación en el histórico inmueble donde nació San Pedro Regalado, y en cuyo sótano están situadas las bodegas del mismo nombre, además de las antiguas salas del Cine Casablanca. Al hilo de esto, recordar que el entorno de Platerías fue la primera zona beneficiada en Valladolid por un programa de rehabilitación integral. En concreto, este plan se puso en marcha en 1997 y, durante casi una década, se intervino en la restauración de 56 edificios, cerca de medio millar de viviendas y veintidós locales con una inversión de 8,6 millones. Texto tomado del periódico: "El Día de Valladolid".
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